La carrera cinematográfica de Mariah Carey no era, hasta hace unos meses, un hecho del que la cantante pudiera sacar pecho. La película rodada para su lucimiento personal (Glitter), era más bien un despropósito en toda regla, una de esas películas en las que se ríe por no llorar y las cosas no parecen tener sentido (mucha gente aún se pregunta qué pintaba la protagonista con una gorra de Vitalicio Seguros en aquella cinta).
A partir de ahí… un par de apariciones en Ally McBeal y otros papeles hasta que el año pasado el gusanillo de la actuación le volvió a picar. En 2009 estrena dos producciones, Tennessee, de Aaron Woodley, y Precious, una de las revelaciones de esta temporada que incluso ya está empezando a sonar para los Oscar del año que viene.
Pero no adelantemos acontecimientos. Precious se ha alzado con un triplete en Sundance (mención especial del jurado a una de sus actrices, Mo’nique, premio del público y gran premio del jurado) y en Cannes no ha hecho otra cosa que recibir alabanzas. Encuadrada en la sección Un certain regard, la segunda cinta de Lee Daniels se alza como una de las candidatas a llevarse algún premio gordo dentro de una semana. Y la presencia de celebrities del mundo de la música no acaba ahí, ya que Lenny Kravitz también aparece interpretando a un enfermero.
Carey juega un pequeño papel en Precious. Es una trabajadora social que se topa con el caso de la protagonista, una adolescente que vive un infierno: analfabeta, violada por su padre (que la ha dejado embarazada dos veces) y marginada en clase. «Daniels me dijo que para dar credibilidad al papel tenía que quitarme capas de glamour», asegura ante la atenta mirada de Gabby Sidibe, protagonista de la cinta. Y eso hizo, hasta tal punto, que la cantante no recuerda en nada a la imagen que suele mostrar: «Si hubiera aparecido como lo hago en la vida real habría ido totalmente en contra del espíritu de la película», asiente.
Para Carey fue fácil identificarse con los personajes de la cinta, basada en un libro de gran éxito en Estados Unidos: «Empecé en una discográfica en la que me decían que no dejara que fotografiaran mi lado izquierdo. Me crearon un complejo enorme, como si no tuviera suficientes en ese momento». La cinta, una historia de superación, ha tenido un gran éxito crítico. Para la cantante, las razones del éxito son obvias: «La temática de la que trata puede sucederle a cualquier persona. Precious no va destinado sólo al público negro. Creo que esta cinta va a ayudar a mucha gente». Palabra de Mariah Carey, cantante, diva y actriz ocasional.
Fuente: 20 Minutos