Mariah quizá sea una diva del pop, pero una gran parte del todo-vendido público del Borgota Hotel Casino & Spa la trató como si fuera una deidad el sábado noche.
Tomando fotos y videos constantemente, chillando lo que sus pulmones les permitian, expresando su devoción… los fans de Carey son totalmente leales.
Y posiblemente tengan buenas razones. Carey es al pop lo que Led Zeppelin al rock, Metallica al metal o Johny Cash al country.
Aqui estuvo la cantante de 40 años, cantando frente a los 2.200 asientos del Event Center. Como Madonna – indiscutiblemente su unica competencia como cantante más popular de la historia – debería estar actuando en arenas.
¿Cual es el motivo por el que está haciendo un tour de pequeños teatros?
La verdad es que… ella es un aburrimiento. Mientras claramente Carey tiene una gran garganta – su rango de 5 octavas estuvo presente todo el concierto y de modo perfecto – ella tiene la presencia escénica de una babosa. Una atractiva babosa, pero sim embargo, una babosa.
Rodeada de 9 penosos bailarines, torpes y que en su mejor parte lo hicieron aceptable, la idea de Carey consiste en estar en el escenario, cantando como sabe y dejando a los bailarines que hagan todo el trabajo.
Para los fans que se contentan con escucharla cantar con su impresionante voz, funciona. Para el resto que busca un buen espectáculo, Carey no es el tipo de entretenimiento.
Este es su primer tour desde 2006, cuando volvió a los escenarios con The Adventures of Mimi. El de Borgota fue el segundo concierto de Angels Advocate Tour.
Carey se cambió de vestido en 4 ocasiones, tras salir con un vestido blanco. Cantó 18 canciones, como se informa en la noticia anterior.
Mariah repitió su la entradilla del MSG, pero sustituyendo el trineo por un columpio y volvió a ser referencias a que la llamen diva, bebiendo champán durante Subtle Invitation y comentando que si esperaban que estuviera todo el concierto de pie, cuando se sentó en un diván a cantar dicha canción.
Carey ha tenido altos y bajos en su vida, que ha sido demasiado pública en muchas ocasiones, como su divorcio de Tommy Mottolla, su bien documentada depresión nerviosa, la bomba de su película Glitter o un periodo de escaso éxito. Pero continúa en la cima del mundo del pop por muchas razones: Ella se mantiene reinventándose, se alía con gente como Jermaine Dupri y se mantiene guapa.
Pero la verdadera razón por la que es una superestrella es porque es demasiado talentosa como para irse. Si solo pudiera mejorar su presencia escénica, Madonna quizá tendría algo por lo que preocuparse.
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Extraido de: Press Of Atlantic City :: MundoMariah