Mariah fue entrevistada para el periódico El Pais a consecuencia de su actuación en Precious, a continuación, la entrevista que concedió.
Su desglamourizado papel de asistente social en Precious, el drama indie sobre una joven con obesidad mórbida víctima de toda clase de abusos, le ha valido el respeto de la crítica. La diva delr’n’b desvela, con cierta guasa, cómo sobrevivió todo un rodaje sin usar colorete.

Del Razzie al Oscar. Así se podría resumir la carrera cinematográfica de Mariah Carey de no ser porque, finalmente, quien ha sido nominada a mejor actriz de reparto ha sido su compañera Mo’Nique. Pero si en 2001 a nadie sorprendió que se llevara el Razzie a peor actriz por un despropósito llamado Glitter, nadie se habría llevado las manos a la cabeza si la hubieran nominado a un premio de la Academia por su trabajo en Precious. Está irreconocible: nada de esa melena al viento, de ese brillo con estrellitas que desprende cuando canta. ¡Si hasta tiene los pechos caídos! A sus 40 años, la diva pop nos regala su lado más feo a toda pantalla. Pero tranquilos, que es algo pasajero: su duodécimo disco,Memoirs of an imperfect angel, le seguirá dando más dinero que veinte Precious juntas.

EP3. ¿A qué viene la perra de los cantantes con actuar?
Mariah Carey. Honestamente, ni idea. Siempre quise actuar, es otra parte de mí. La otra yo. Aunque no me gusto mucho en la cámara, pero ésa ya es otra historia.
EP3. Especialmente en Precious…
M.C. En una palabra: horripilante. ¡Lo que habría dado por un poco de colorete! Y que conste que no tengo bigote. Mire, ¿ve? Ni una pizca. Nunca tuve ese problema.
EP3. ¿Qué pasó? ¿Quería un Oscar a lo Charlize Theron?
M. C. Iban a contar con Helen Mirren, ¿sabe? Y cuando Lee [Daniels, el director] me dio la oportunidad, me lo quitó todo: mi acento, mi manera de hablar y de mover las manos, mi vanidad, mi colorete…
EP3. Y su limusina, no lo olvide. Tengo entendido que tuvo que ir en taxi al rodaje.
M. C. Eso fue lo de menos. ¡Los taxis ahora son verdaderas naves espaciales! Tienen de todo menos bañera. ¡Hasta te hablan! Lo importante era hacerme sentir como mi personaje, la señorita Weiss, con toda su rutina. Y fíjese: hemos acabado la película ¡y sigue sin tener nombre de pila!
EP3. Vamos, que Precious le ha quitado el mal sabor de Glitter.
M. C. Eso fue un dramón, ¿sabe? No conté con nada de apoyo. Para colmo, se estrenó en pleno 11-S. Y sin ofender, pero para algo así hubiera necesitado un gran director.
EP3. ¿Vivimos tiempos menos adversos?
M. C. En la cultura actual hay más famosos que nunca y mucha interconexión, es muy excitante. Con tantas redes sociales ¡sale un nuevo famoso cada día!
EP3. Pero no es tan fácil ser una diva de su talla. ¿Le ofende el término?
M. C. Al contrario, ¡es un halago! Mi madre fue cantante de ópera y para mí ella era la verdadera diva, con talento, maravillosa. Y lamento contradecirle, pero todos tenemos a una diva dentro. La diva del pop… o la diva de las madalenas. ¡A lo mejor yo soy la diva de las madalenas!
EP3. O más bien, la diva del Bok Choy.
M. C. Eso es lo que mi nutricionista me ha dicho que coma. Una especie de espinaca china, al parecer muy sana, que si como todos los días me hará vivir hasta los 110 años [risas]. Pero hoy he sido mala y sólo he dormido una hora, así que estoy con la dieta de la Coca-Cola. Sólo necesito mantener mi nivel de cafeína.
EP3. Tendrá que alegrar sus noches tras torturarse durante el día con Precious…
M. C. Estaba bromeando. Además, me identifiqué mucho con Precious. Yo también me sentí como un bicho raro en mi niñez, ¿sabe? Es difícil crecer en un hogar interracial. Pero no quiero hablar mucho de ello porque un día de estos escribiré mis memorias.
EP3. ¿A qué está esperando?
M. C. No sé, ¿a crecer? Me niego a crecer. Tengo 12 años y nada más que 12 (risas). También por prudencia: no quiero hacerle daño a nadie con algo incorrecto. Aunque el presidente de mi disquera me propuso el otro día que mejor hacer un documental.
EP3. ¿Cantante, actriz y, ahora, documentalista?
M. C. Y además me casé el año pasado, así que también tengo en mente formar una familia. Pero de momento la única que tiene familia es mi perrita Cha Cha, una jack russell. Mi veterinario viaja conmigo por si le tenemos que hacer la cesárea.
EP3. ¿Qué nos puede contar del funeral de Michael Jackson?
M. C. Nunca había cantado en uno. Pensé que no podría. Si cantas a la vez que lloras se te cierra la garganta. Además, imaginé que sería como un concierto, no que estaría ahí… el féretro. Y fui la primera en cantar. Fue todo un trago, ¿sabe? Pero haría todo lo que la familia Jackson me pidiera.
EP3. ¿Tanto significaba Michael Jackson para usted?
M. C. No hay artista de r’n’b que no le deba algo.
EP3. ¿Entonces, blanca o negra?
M. C. Yo prefiero interracial, un poco de todo. Mi padre es negro; mi tatarabuela, venezolana, y hay algo de irlandés en mi sangre. Pero si lo que quiere es la versión corta, llámeme negra.

EP3. ¿A qué viene la perra de los cantantes con actuar?

Mariah Carey. Honestamente, ni idea. Siempre quise actuar, es otra parte de mí. La otra yo. Aunque no me gusto mucho en la cámara, pero ésa ya es otra historia.

EP3. Especialmente en Precious…

M.C. En una palabra: horripilante. ¡Lo que habría dado por un poco de colorete! Y que conste que no tengo bigote. Mire, ¿ve? Ni una pizca. Nunca tuve ese problema.

EP3. ¿Qué pasó? ¿Quería un Oscar a lo Charlize Theron?

M.C. Iban a contar con Helen Mirren, ¿sabe? Y cuando Lee [Daniels, el director] me dio la oportunidad, me lo quitó todo: mi acento, mi manera de hablar y de mover las manos, mi vanidad, mi colorete…

EP3. Y su limusina, no lo olvide. Tengo entendido que tuvo que ir en taxi al rodaje.

M.C. Eso fue lo de menos. ¡Los taxis ahora son verdaderas naves espaciales! Tienen de todo menos bañera. ¡Hasta te hablan! Lo importante era hacerme sentir como mi personaje, la señorita Weiss, con toda su rutina. Y fíjese: hemos acabado la película ¡y sigue sin tener nombre de pila!

EP3.. Vamos, que Precious le ha quitado el mal sabor de Glitter.

M.C.. Eso fue un dramón, ¿sabe? No conté con nada de apoyo. Para colmo, se estrenó en pleno 11-S. Y sin ofender, pero para algo así hubiera necesitado un gran director.

EP3. ¿Vivimos tiempos menos adversos?

M.C. En la cultura actual hay más famosos que nunca y mucha interconexión, es muy excitante. Con tantas redes sociales ¡sale un nuevo famoso cada día!

EP3. Pero no es tan fácil ser una diva de su talla. ¿Le ofende el término?

M.C.. Al contrario, ¡es un halago! Mi madre fue cantante de ópera y para mí ella era la verdadera diva, con talento, maravillosa. Y lamento contradecirle, pero todos tenemos a una diva dentro. La diva del pop… o la diva de las madalenas. ¡A lo mejor yo soy la diva de las madalenas!

EP3. O más bien, la diva del Bok Choy.

M.C.. Eso es lo que mi nutricionista me ha dicho que coma. Una especie de espinaca china, al parecer muy sana, que si como todos los días me hará vivir hasta los 110 años [risas]. Pero hoy he sido mala y sólo he dormido una hora, así que estoy con la dieta de la Coca-Cola. Sólo necesito mantener mi nivel de cafeína.

EP3. Tendrá que alegrar sus noches tras torturarse durante el día con Precious…

M. C. Estaba bromeando. Además, me identifiqué mucho con Precious. Yo también me sentí como un bicho raro en mi niñez, ¿sabe? Es difícil crecer en un hogar interracial. Pero no quiero hablar mucho de ello porque un día de estos escribiré mis memorias.

EP3. ¿A qué está esperando?

M.C. No sé, ¿a crecer? Me niego a crecer. Tengo 12 años y nada más que 12 (risas). También por prudencia: no quiero hacerle daño a nadie con algo incorrecto. Aunque el presidente de mi disquera me propuso el otro día que mejor hacer un documental.

EP3. ¿Cantante, actriz y, ahora, documentalista?

M.C.Y además me casé el año pasado, así que también tengo en mente formar una familia. Pero de momento la única que tiene familia es mi perrita Cha Cha, una jack russell. Mi veterinario viaja conmigo por si le tenemos que hacer la cesárea.

EP3. ¿Qué nos puede contar del funeral de Michael Jackson?

M.C. Nunca había cantado en uno. Pensé que no podría. Si cantas a la vez que lloras se te cierra la garganta. Además, imaginé que sería como un concierto, no que estaría ahí… el féretro. Y fui la primera en cantar. Fue todo un trago, ¿sabe? Pero haría todo lo que la familia Jackson me pidiera.

EP3. ¿Tanto significaba Michael Jackson para usted?

M.C.No hay artista de r’n’b que no le deba algo.

EP3. ¿Entonces, blanca o negra?

M.C.Yo prefiero interracial, un poco de todo. Mi padre es negro; mi tatarabuela, venezolana, y hay algo de irlandés en mi sangre. Pero si lo que quiere es la versión corta, llámeme negra.

Fuente: El Pais

Mariah Carey: «Que conste que no tengo bigote»
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