David LaChapelle nombra a Mariah en su entrevista con el Times Online:
En menos de 12 horas, Mariah Carey llegará a los estudios de David LaChapelle en Los Angeles para ser fotografiada para su album de Navidad. LaChapelle se castiga por decirmelo («se supone que es un secreto») y luego se encoje de hombros: «Bueno, ya te he dicho todo» Hemos estado todo el día en su casa, su piscina, su habitación y ahora en su cacofónico lugar de trabajo, de un lado a otro sobre una vida en torno al sexo, muerte, celebridades, drogas, depresión, arte, disco y (el insiste) milagros.
Rodeados de una serie de decorados, mientras las canciones de su amigo Michael Jackson salen del altavoz, el equipo de LaChapelle engalardona ventanas de mentira con luces y arreglan regalos bajo un horrible arbol plateado.La gran amiga de LaChapelle, Sharon Gault, antigua maquilladora de Madonna (y su «esposa no oficial»), está organizando la comida. Carey, dice LaChapelle: «no es una diva. Nunca pisotea a la gente pequeña». Hay un telón de fondo con un graffiti de una ciudad de noche, azulado y amarillo. Nieve de mentira en bolsas. «Eso es bonito», digo al mirar renos de madera. «Mariah los quería de verdad», dice LaChapelle, poniendo los ojos en blanco. El fotógrafo de 47 años está en vaqueros, camiseta, capucha y habla con un acento californiano especial. «Volado desde Nebraska. ¿Te imaginas un reno de verdad?
Bueno sí, lo podemos imaginar. LaChapelle es conocido por sus llamativos, extravagantes, y algunas veces llamados grotescos y vacíos retratos a famosos; aunque él dice que él ha dado todo, y ahora sólo toma fotografías de los favoritos, como Carey y Lady Gaga.
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Sobre la 1 de la madrugada, las preparaciones para Mariah acaban. LaChapelle va a salir («solo un minuto o dos») a un club. Hace muecas sobre sus fografías que han sido tildadas de campurrias u horteras. «Esas son palabras que significan que la gente no quiere observar. He visto a gente pararse y observar mi trabajo en galerias. No solo en los cuerpos, los genitales, observan de verdad». Si el es el dibujante que sus críticos dicen que es, es uno serio y, obviamente, más feliz con su trabajo en paredes de la galería que en las revistas. Pero saben que, a través de sus ojos, los copos de nieve girando y el oropel brillante, Mariah nunca volverá a verse mas navideña (aunque los renos sean de mentira).
Fuente: MariahDaily :: MundoMariah