Tommy Mottola es uno de los ejecutivos de discográfica más importantes del mundo. Tanto es así que si cuando se casó con Mariah Carey ella ya era famosa, tras el matrimonio ella llegó a batir su propio récord de ventas y a convertirse en la diva del pop que es hoy.
Carey comentó cuando se divorció de Mottola en el 97 que la personalidad del citado era “muy controladora y cometía abusos emocionales de manera constante”. El susodicho reconoce que era controlador en su nuevo libro pero con la única intención de convertir a Carey en una estrella, algo que consiguió sin problemas.
“Si llegué a ser obsesivo con ella puedo reconocerlo pero mi único objetivo era que lograra ser una estrella”. El inicio de la relación entre ambos comenzó cuando ella grabó su primer disco. Él, todavía casado, le prometió mucho más dinero que el que le dan a cualquier artista por un disco de debut y le prometió convertirla en una estrella.
Cuando Carey le dijo, a los 21 años, que quería descansar algún tiempo para disfrutar de su éxito él le respondió que “sabía que iba a tener tiempo suficiente para descansar y que en el futuro podría hacerlo durante algún tiempo”.
Mottola confinó a Carey en su mansión de Bedford (Nueva York ), el lugar fue denominado por la cantante su “Sing Sing” particular y el matrimonio como “un infierno particular”. Mottola sigue pensando que todo lo hizo por su carrera y ella dice lo contrario. Sed vosotros los que decidáis quién lleva, o no, razón.
Fuente: LaCosaRosa