Mariah Carey aseguró cuando firmó el divorcio de Nick Cannon que su relación con su exmarido iba a ser bastante buena. La cantante compartió con el padre de sus hijos la fiesta de Halloween que organizó en su casa, alquilada, de Las Vegas y después se pudo ver en la mansión a James Packer, actual pareja sentimental de Carey.
La mansión en la que vive la cantante está valorada en quince millones de dólares. Mariah no dudó en organizar una gran fiesta en la que no faltaron una pista de baile, martinis para los adultos, macarrones con queso para los chicos y caramelos variados para todos. Ella lucía un disfraz de cuero con el que representaba a una guapa bruja. James Packer optó por representar al fantasma de la ópera con un atuendo tan simple como efectivo.
Monroe y Morocan, hijos de Carey y Cannon, lucieron sus disfraces de Batman y Batgirl. Cannon optó por un disfraz de zombi. Todos disfrutaron de una noche terrorífica aderezada con caramelos de todos los colores y dimensiones. Lo que parece estar claro es que Cannon está muy bien en estos momentos y que Carey sólo quiere ser feliz con su nueva pareja.
Este ejemplo de madurez y de llevarse tan bien aun siendo expareja es, precisamente, lo que más necesitan sus hijos. La relación de sus padres sigue siendo muy buena y los hijos están felices al ir comprendiendo poco a poco que Mariah y Nick siempre estarán ahí para ellos.
Fuente: LaCoSaRosa :: MundoMariah