Mariah ha vuelto a los escenarios de Las Vegas por primera vez desde que que el billonario James Packer hincó su rodilla al suelo y le pidió su mano en matrimonio. Durante más o menos una hora del show Mariah # To Infinity del pasado martes, el despampanante pedrusco de 35 quilates fue algo que no se pudo ignorar, incluso para Carey.
«¿Alguien se ha dado cuenta que tengo una nueva baratija? preguntó al público mientras movía su mano, dando una pista sobre su romance de cuento de hadas con Packer. Luego Carey, bromeando, confesó que la piedra la hizo sentir «un poco asustada de salir al escenario».
Al mismo tiempo, justo antes de cantar «Always Be My Baby», Carey mencionó al que va a ser su marido, quien estaba cantando y bailando todos los hits que su prometida estaba cantando. «El vino desde Australia», explicó mientras miraba a Packer, a pesar de no nombrarlo directamente.
Antes durante la noche, Carey paró cualquier charla sobre su romance. Mientras se preparaba para cantar «I’ll Be There», el famoso clásico de los Jackson 5 que versionó para MTV Unplugged en 1992, la pareja de dueto de Carey, Trey Lorenz, cogió su mano, miró al reluciente diamante y dijo «me encanta» y ella respondió: «para con eso».
El emocionante show post-compromiso continuó casi sin obstáculos, pero un problema de vestuario creó un poco de drama entre bastidores. Carey supuestamente iba a llevar un traje rosa durante Heartbreaker pero acabó llevando el plateado con el que había salido en canciones anteriores. Aparentemente, la cremallera del rosa se rompió. «No saben por lo que pasamos en el vestidor», compartió con sus fans. «Fue un show en si mismo, se los digo».
Fuente: MCArchives :: People :: MundoMariah