Con la grabación de Glitter y la producción de la banda sonora en camino, las cosas iban de todo menos lentas para Mariah en 2001. Una frenética agenda no era nada nuevo para una autoproclamada adicta al trabajo. De hecho,
Con la grabación de Glitter y la producción de la banda sonora en camino, las cosas iban de todo menos lentas para Mariah en 2001. Una frenética agenda no era nada nuevo para una autoproclamada adicta al trabajo. De hecho,